La cultura cannábica llegó para quedarse. La verdad, desde hace ya más de 50 años, esta subcultura urbana, ilegal hasta hace muy poco, se afianzó en el mundo occidental.

Y si nos lo pensamos un poco, incluso podemos correr el tiempo hasta los años 20, cuando la compañera de la escritora Gertrude Stein, Alice B. Toklas, preparaba su famoso “fudge de hashish” y lo ofrecía a los talentosos habituales de sus reuniones parisinas, como Picasso, Hemingway, Sherwood Anderson o Matisse (encantados de ir y “saborearlo”).

Pertenecer a la cultura cannábica no solo significa consumir la marihuana, también conocer la jerga y los términos que habitualmente se utilizan. Hay muchos que coinciden con otras partes del mundo, y hay otros que son más nuestros, más regionales.

Algunos vocablos marihuaneros

Fumeta, fumón: persona que consume marihuana todos los días.

Quemado: o burnout, en inglés, indica a quien consume mucha, mucha marihuana, y está constantemente desenfocado.

Ent: digamos que es un término un poco nerd para decirle a los fumetas. Se cogió de El señor de los anillos, porque los ents son árboles, y quienes hicieron la asociación probablemente fueron fumetas fanáticos de Tolkien.

Porro, canuto, churro: cigarrillo de marihuana.

Chusta: es la colilla del porro, que tiene más resina.

Tiro: una sola fumada o inhalación.

Boca empastada: tener la boca reseca.

Munchies: el ataque de hambre luego de consumir el cannabis.

Mota, hierba, maría: sinónimos de marihuana.

Ganja, cáñamo, weed: formas más “botánicas” para llamar al cannabis.

Cogollo: se refiere a las flores de la planta, aunque también se usa flores. Es el producto ya cosechado, elaborado y listo para consumir.

Morita: es un pedacito de cogollo.

Hachís: se usa para referirse al producto que se obtiene del cannabis partiendo de su resina, ya sea en bruto o purificada, prensándola para crear una masa sólida, con forma de ladrillo, de color variable (generalmente marrón, pero también rojiza, amarilla o verde). Así le dicen desde los años 70 en Alemania y Austria, y en Estados Unidos.

Bong: es la pipa de vidrio para fumar marihuana, de tamaños variados.

Florista: persona que cultiva la marihuana.

Vocablos para los efectos del consumo

Colocado, high: se usa prácticamente en todo el mundo para describir la sensación de “vuelo” después de fumar marihuana: la persona se ríe, tiene los ojos rojos, se la ve muy relajada y lenta.

Trabado: así se le dice a quien el efecto de la marihuana ha sido especialmente fuerte, tanto que no puede ni moverse, literalmente.

Frito: describe más o menos lo mismo que trabado.

Colgado, vegetal, dado vuelta: sinónimos del mismo efecto de estar extremadamente fumado.

Vocablos referidos al acto de fumar

Sesión o sesh: es el encuentro para fumar un porro.

Hotbox: obviamente, el término proviene del inglés. Se le dice así al acto de encender un porro en un espacio pequeño y cerrado, como un baño o un coche, que al llenarse de humo supuestamente te pega más cada vez que respiras.

Quemar o mechar uno: es el acto de encender un canuto o churro.

420: es un código entre fumetas para invitar a alguien a fumar marihuana.

Bogart o chiefing: así se le dice a quien acapara un porro. Bogart, por Humphrey Bogart, que siempre lucía un cigarrillo en la boca, y chiefing (jefe), también a quien acapara o da grandes jaladas en vez de compartir.

Con este mínimo glosario ya conoces algunas de las palabras más importantes dentro de la cultura cannábica y no andarás perdido sin saber qué significan.

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