El cambio climático es un fenómeno preocupante que necesita ser abordado con urgencia. Una de las formas de detener los eventos climáticos extremos intensos y la pérdida de biodiversidad podría ser a través del cultivo de ciertas especies de plantas que pueden aliviar la atmósfera del dióxido de carbono. El cannabis, una planta que ha estado junto a la humanidad durante más de 5000 años, podría ser un buen candidato para ese propósito.

¿Qué es el cambio climático?

La acumulación excesiva de dióxido de carbono en la atmósfera, proveniente de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, atrapa el calor del sol y aumenta la temperatura de la Tierra, lo que lleva a un efecto llamado efecto invernadero y, en consecuencia, al calentamiento global. Este calentamiento perturba los ecosistemas, provoca eventos naturales catastróficos, amenaza especies de animales y plantas, eleva el nivel del mar y representa riesgos para la salud humana, la seguridad alimentaria y los recursos hídricos.

¿Cómo pueden las plantas detener el cambio climático?

A través de la fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono de la atmósfera, almacenan carbono en su biomasa y suelo, y liberan oxígeno. Aumentar el número de árboles y plantas mediante la reforestación mejora este proceso llamado secuestro de carbono y reduce los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.

¿Cómo puede ayudar el cannabis?

  1. Crecimiento rápido.

El cannabis es conocido por su crecimiento relativamente rápido en comparación con otras especies de plantas. Su tasa de crecimiento puede variar según diversos factores como la genética, las prácticas de cultivo y las condiciones ambientales, pero en general, un crecimiento más rápido significa que la planta tiene el potencial de absorber dióxido de carbono de la atmósfera a una tasa más alta durante su fase activa de crecimiento.

  1. Prácticas agrícolas sostenibles.

Otro beneficio ambiental del cultivo de cannabis radica en su potencial para promover prácticas agrícolas sostenibles. Con la creciente demanda de productos orgánicos y respetuosos del medio ambiente, el cultivo de cannabis brinda la oportunidad de adoptar enfoques conscientes desde el punto de vista ecológico. Los métodos de cultivo orgánico de cannabis evitan el uso de fertilizantes sintéticos y pesticidas nocivos, reduciendo la liberación de contaminantes al medio ambiente. Además, las prácticas de cultivo sostenibles, como la siembra complementaria y las técnicas de conservación del agua, pueden minimizar aún más la huella ecológica de la producción de cannabis.

  1. Alternativa a Industrias Intensivas en Recursos

El cannabis también puede servir como sustituto de industrias intensivas en recursos que contribuyen al cambio climático. Por ejemplo, el cáñamo, una variedad de cannabis, ofrece una alternativa ecológica a la producción textil tradicional. Las fibras de cáñamo son fuertes y versátiles, requiriendo menos productos químicos y agua en comparación con el algodón. Al cambiar hacia textiles basados en cáñamo, podemos reducir la deforestación, el consumo de agua y el uso de pesticidas.

  1. Integración de Energía Renovable

La industria del cannabis ha mostrado signos prometedores al adoptar fuentes de energía renovable. El cultivo de cannabis en interiores a menudo depende de iluminación artificial y sistemas de control climático, lo que resulta en un consumo de energía significativo. Sin embargo, muchas empresas de cannabis visionarias están adoptando tecnologías de energía solar, eólica y otras energías renovables para alimentar sus operaciones. Al reducir su huella de carbono y depender menos de los combustibles fósiles, estas iniciativas contribuyen a la mitigación del cambio climático y promueven la transición hacia un futuro energético sostenible.

Existe mucho potencial para el cultivo de cannabis. Lamentablemente, la mayoría de los países del mundo aún prohíben la comercialización de esta planta. Aquí en Barcelona, aunque tenemos la posibilidad de consumir cannabis legal en la privacidad de nuestros hogares o en asociaciones cannábicas y weed clubs, el cultivo a gran escala de cannabis no es legal y depende de cada individuo hacer crecer su propia planta.

Conclusión

Para combatir eficazmente el cambio climático, se requiere un cambio de mentalidad en toda la sociedad y que las empresas actúen al respecto. Es necesario reducir las huellas de carbono y tomar medidas serias de reforestación para mitigar el calentamiento global. Si bien muchos temen que ya hayamos superado el punto de no retorno, es bueno saber que cada año más empresas se comprometen a reducir las emisiones de gases y a hacer negocios de una manera más sostenible.

 

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